jueves, marzo 31, 2011

LO QUE DICES ME HACE SENTIR CHÉVERE


Cuando resaltas las cualidades positivas en alguien, lo ayudas a descubrir sus aptitudes y lo encauzas en el camino que lo conduce al cumplimiento de sus sueños.


Supuestamente pintaba ser un día cualquiera. No tenía nada de particular. Escuchaba cualquier canción, en cualquier emisora radial, mientras transitaba en su Jeep nuevecito, por cualquiera de las concurridas avenidas de la cuidad de Santo Domingo, cuando sorpresivamente un imprudente conductor, que al parecer llevaba prisa, la embistió por la izquierda, dejando añicos el parachoques delantero de su vehículo.

Agradecida de estar bien, sin reprocharle, con mucha calma y deseosa de solucionar la situación, se acercó al chófer y le dijo:

_ ¿Señor, ha donde va con tanta prisa? ¿Usted no ve lo que hizo? Si sigue manejando así, se va a matar un día de estos.

_ ¡Precisamente eso es lo que quiero hacer! ¡Yo me quiero quitar la vida! Hoy hay recorte de personal en la empresa donde trabajo y lo más seguro es que me despidan a mí y a mi equipo de apoyo completo. ¡Estoy desesperado!

_ ¡¿Qué importa un trabajo, si tiene la vida?! Usted puede conseguir muchos y mejores trabajos, si se lo propone. ¿Usted tiene esposa?

_ Sí
_ ¿Usted tiene hijos?

_ Sí

_ ¡Piense mi amigo! Ellos son más importantes que su trabajo. Mire, yo estoy aquí para decirle que Dios lo ama tanto, que me puso en el medio para que le impidiera hacer esta locura. Usted es importante para Dios Los planes que él tiene con su vida son buenos. ¡Déjeme orar por usted!

Unos días después recibió la llamada de la esposa de este conductor, agradeciéndole por el tiempo y las palabras que había compartido con su esposo. “Usted es un ángel. Hace más de veinte años que estoy orando por mi esposo y mire como Dios la usó a usted”, le dijo. También le comentó que su esposo nunca perdió su empleo, sino que fue reubicado en una mejor posición.

Por eso, anímense y edifíquense unos a otros
I Tesalonicenses 5:11 (NVI)

Una palabra de ánimo, un sabio consejo, una sonrisa, un simple “gracias”, un comentario positivo, tienen la capacidad de transformar vidas. Muchas veces nos enfocamos tanto en nosotros mismos y en nuestras propias necesidades que perdemos el privilegio de ser usados por Dios.

Piensa en los demás, enfócate en afirmar a los que te rodean, sé instrumento de bendición para otros en este día.
Sin lugar a dudas que este fue un plan orquestado por Dios. Una Dioscidencia como dicen por ahí.

El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado
Proverbios 11:25 (NVI)

En la medida que ayudas a otros a alcanzar su potencial y usas tus recursos para oxigenar el alma del necesitado, de igual manera tu ser será refrescado por otros que piensan igual a ti.


Feliz Semana,

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