viernes, junio 03, 2011

FELIZ SIN CAUSA




Las decisiones nos ayudan a comenzar, pero la disciplina nos ayuda a terminar.
John Maxwell






Si nos hacemos los locos y dejamos que las eventualidades cotidianas gobiernen el ritmo de nuestro día, lo más seguro es que terminemos agotados emocionalmente y con las hormonas a punto de ebullición.

Parece mentira, pero muchas veces nos pasamos el día de mal humor por cositas tan triviales como un chisme, un comentario fuera de tomo, un aguacero después de haber salido de la peluquería, un texto no contestado o una sonrisa ignorada. Hay personas que no devuelven una sonrisa, ni siquiera por educación. Miren lo que me ha estado pasando:

Hace más o menos dos semanas que estoy tratando de sacarle una sonrisa a una señora en la clase de natación de una de mis hijas. Todas las tardes la veo, todas las tardes me sonrío con ella y todas las tardes me mira como si yo estuviera chiflada. ¡Qué cosa!

Cuando tomamos la decisión de ser felices aún no tengamos razón visible de celebración, nunca faltará un fulano que trate de desviarnos de nuestro propósito. Debemos estar preparados y aferrarnos al principio de que el parámetro del éxito está en comenzar y terminar.

Dios no quiere que vivamos la vida como un columpio - un ratito arriba y otro ratito abajo- ¡Dios quiere que siempre estemos arriba!

Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia - Juan 10:10 (NVI)

La verdadera felicidad no está basada en nuestro estado de ánimo ni en la perfección de nuestras circunstancias, sino en la confianza de saber que Dios es quien está en control, y todo absolutamente todo obrará a nuestro favor.

Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas - Isaías 54:2 (NVI)

No permitas que cosas sin mayor importancia se tomen la atribución de pintar el lienzo de tu día. ¡Toma el control de tu propia felicidad!

Feliz Semana,

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