viernes, abril 25, 2014

TEENS: AVENTURA, DIVERSIÓN, CRECIMIENTO Y TYLENOL



Foto: Jenn Sterling - Creative Commons




Ninguna relación es perfecta, pero dos personas pueden compartir una sombrilla y sobrevivir la tormenta juntas. 

– Autor Desconocido.






¿Te ha pasado?


Ese momento donde tratas de razonar cualquier disparate con tu hija adolescente y de repente, una conversación simple y sin importancia, termina en una asfixiante discusión, amenizada con comentarios irrespetuosos y gestos faciales, que te duelen tres mil veces más, que un knockout de Mike Tyson. 

Corremos de inmediato al departamento de quejas y servicio de emergencias –MAMI-, para contarle con lujo de detalles las barbaridades de su nieta y así  aliviar nuestro mal de amores…

El remedió casi  siempre es el mismo: Una dosis de Ubícatex 500mg, con la siguiente indicación:   “¡Ay mi hija! ¡Yo te entiendo! Eso mismo me hacías tú a mí. ¿Te acuerdas? Y mira lo buena y responsable que eres.”


¡Y la perspectiva hace su entrada triunfal! Cual diva, entre aplausos y algarabía.



Como flechas en manos del guerrero son los hijos de la juventud.

-Salmo 127:4 (NVI)


Cuando filtramos los desafíos de la vida a través de la perspectiva correcta – la de Dios-, lo que a nuestros ojos humanos podría parecer estéril, a los ojos de Dios es tierra fértil y próspera.

Ser madre de una adolescente,  es una posición de honor. Somos soldados  de la estabilidad física, emocional y espiritual de nuestras hijas. Tenemos la responsabilidad de guiarlas en el camino correcto, para que descubran su propósito, desarrollen su potencial de acuerdo a sus talentos y vivan cada día con significado.

La flecha nunca podrá llegar  a su destino si no fuera por  la pasión, la determinación, la experiencia y la visión del guerrero.


Todo lo que riegas con amor ¡florece!


Cuando estés al borde de perder la paciencia con tu hija, recuerda, que una vez estuviste en la misma posición. ¿Qué te hubiera gustado recibir de tu mamá? Probablemente lo mismo que tu hija espera recibir de ti.


15  Cosas que nuestras hijas necesitan más que un Smart Phone


1)      Fe en Dios

2)      Amor

3)      Tiempo

4)     Identidad

5)     Respeto

6)     Dirección

7)      Propósito

8)      Alas para soñar 

9)   Disciplina 



La disciplina sin amor despierta rebeldía. 

 



Si tu hija se siente amada, valorada y aceptada, aprenderá a recibir la disciplina como un acto de amor, aunque ponga cara de cólico y deje de hablarte por unas horas.
 


10)       Ejemplo
 
11)      Limites

12)       Inspiración

13)       Motivación

14)       Validación


Y la última, pero no la menos importante: nuestras oraciones. ¿Qué fuera de nosotras las madres sin la dirección de Dios?  

Es importante que nuestras hijas vean, que no somos perfectas y que cada día necesitamos de Dios para no volvernos locas.


Una adolescencia saludable es un proceso de crecimiento, tanto para la hija, como para la madre. ¡Asumamos el reto!


¿Qué actitudes, palabras y conductas necesito mejorar, para que esta etapa sea de crecimiento y significado para ambas?


Ver Video: ( http://youtu.be/j0CDbK8bA7I)


Feliz Semana,



Sandy
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

I am over 40 years old, and still struggle with my self-image. I have also pray for the day that will not let my bad hair day ruin the way I feel.

Sandy Calcano dijo...

Excelente punto. Nosotras las madres también luchamos con nuestras propias debilidades, pero en la medida que las confrontamos y las superamos,ayudamos a nuestras hijas a hacer lo mismo.