viernes, octubre 23, 2015

CAZADORA DE SONRISAS










Si es imposible agradar a Dios sin fe, entonces creer, confiar, esperar, y descansar en Él, pinta sonrisas en su corazón.









¿Alguna vez se te ha ocurrido pensar en las cosas que hacen sonreír a Dios?


El otro día se cruzó ese pensamiento por mi mente como un Ferrari a 354 km/h. Desde entonces, le he pedido a Dios que me hable clarito a través del sistema de texto más confiable y actual que siempre ha existido y existirá  Su Palabra, La Biblia — , y de la tecnología tridimensional que nos rodea  La Naturaleza, obra de sus manos —.

La esencia de todo lo creado habla de un Dios amoroso, creativo, alegre, pintoresco, bondadoso, misericordioso, sonriente y actual. Lo que pasa es que estamos tan centradas en nosotras mismas, en nuestros problemas y responsabilidades, que muchas veces pasamos por alto sus demostraciones de cariño y la manifestación de su compañía.


Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!


 

-Salmo 34:8 (NTV)



Así que emprendí mi viaje rumbo a cazar sonrisas del Creador del Universo, del Dios Todopoderoso, del Dios Soberano, del Rey de Reyes y Señor de Señores —que dicho sea de paso, es mi papá y el tuyo también. 

¡Somos hijas, princesas, y herederas de las bendiciones del trono de la Gracia, a través de la obra redentora de nuestros Señor y Salvador Jesucristo!

Lo primero que hice, fue comenzar a deshacerme de esos patrones de creencias erróneas, generadas principalmente por la perspectiva de mis temores. Luego, comencé a validar la opinión de Dios sobre las demás voces que se debaten en mi cabeza y ¡Bingo! ¡Cacé la primera sonrisa!

Desde entonces,  me he olvidado del afán de llegar a la estación, y me he concentrado en disfrutar el camino en compañía de mi Rey —Mi papá, y el tuyo también—. Hemos atravesado desiertos, tempestades, momentos amargos y tiempos de transición; y en cada uno de ellos hemos sido protagonistas de esa sonrisa que tiene  la magia de penetrar las heridas más profundas y transformarlas en bordados de su Gracia.


De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia.


 

-Juan 1:16 (NVI)



Jesús sonríe cuando confías en Él…

Jesús sonríe cuando te dejas amar por Él…

Jesús sonríe cuando crees en Él…

Jesús sonríe cuando esperas en Él…

Jesús sonríe cuando dejas de hacer las cosas en tus propias fuerzas y descansas en Él…


Jesús sonríe cuando encuentras tu identidad en Él…


Nada fomenta más valentía que una clara comprensión de la gracia. Y nada fomenta más temor que la ignorancia de la misericordia.


 

-Max Lucado



Amiga, emprende tu viaje a cazar sonrisas, descansa plenamente en Su Amor por ti, y no permitas que tus circunstancias te distraigan de lo que Dios está haciendo en tu vida.



Feliz Semana,

Sandy

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