sábado, enero 16, 2016

PEDALEANDO EN LA DIRECCIÓN CORRECTA









La decisión más importante que debes tomar hoy es creerle a Dios.







Muchas veces nuestra cabeza parece la sede de los dibujos animados Tom & Jerry; por un lado tratamos de no preocuparnos, de pensar que todo va a salir bien, de esperar lo mejor,  y de repente nos encontramos en una lucha agotadora de razonamientos y argumentos que nos dejan emocional y físicamente como si hubiéramos participado en un maratón olímpico. 

Creo que la disciplina de pensar de manera positiva es muy buena, pero al mismo tiempo tiene sus limitaciones, me explico: podemos pensar que todo va a salir bien, sonreírle a la vida, creer que podemos lograr todas nuestras metas, soñar en grande, y todo eso está excelente, pero en el momento que creemos que podemos hacer todas estas cosas en nuestras propias fuerzas, sin la ayuda de Dios, estamos fritos.

Es como si tuviéramos la oportunidad de manejar un Bugatti Veyron, el carro más rápido de la bolita del mundo, pero preferimos ir a pie a todos lados—suena muy saludable, pero si nos toca caminar de Miami a Washington, no suena nada  divertido. 

Por eso es determinante aprender a depender de Dios en cada detalle de nuestra vida, porque cuando reposamos en su amor y en su palabra, nuestra meta no se limita en llegar, sino en crecer.

Cuando recibimos su amor, crecemos; cuando nos dejamos abrazar por su gracia, crecemos; cuando esperamos el cumplimiento de sus promesas en fe, crecemos, porque es precisamente en nuestra constante dependencia en Él donde avanzamos.


No es pensar positivo, sino pensar correctamente acerca de Jesús lo que nos libera de pensamientos equivocados.



Nuestros pensamientos se alimentan directamente de nuestras creencias, por eso es sumamente importante estar seguros de en quien tenemos puesta nuestra confianza. Como dijo Jesús: “¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios?

¿Quieres ver la gloria de Dios sobre tu vida?
 Entonces tienes que creer en su amor, tienes que creer que sus planes superan tus expectativas, tienes que creer que Jesús te ofrece belleza en lugar de cenizas, tienes que creer que sus misericordias son nuevas cada mañana, aunque eso represente caminar en vía contraria de tus razonamientos, de tus sentimientos, de tus emociones y de las opiniones de los demás. Al principio nada parecerá tener sentido, pero al final todo encaja a la perfección.


Pues en él vivimos, nos movemos y existimos.


 

-Hechos 17:28 (NTV)



Cuando tratamos de hacer las cosas en nuestras propias fuerzas—aun sea con la mejor intención del mundo— dejamos a Jesús fuera de la ecuación, y ahí comienzan nuestros problemas. 

En cambio, cuando descasamos en su regazo, alimentándonos de su palabra y de su amor, como lo hizo María, mientras su hermana Marta estaba afanada, recibiremos la misma aprobación de Jesús: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María  ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Amiga, pasar tiempo a los pies de Jesús pone todo lo demás en perspectiva y pedaleamos en la dirección correcta.

Feliz Día,

Sandy


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