viernes, diciembre 21, 2018

INVITADA DE HONOR


El pesebre nos enseña que nuestras circunstancias no definen nuestra identidad ni limitan el propósito de Dios para nuestras vidas.



Jesús prefirió venir al mundo a través de un árbol genealógico de personas imperfectas, bajo circunstancias envueltas en caos y carencias, para identificarse de manera personal con nuestras debilidades y desiertos.

Orquestó todo a la perfección sin pasar por alto ningún detalle —creció en nuestro vecindario, caminó nuestras calles, nos regaló su sonrisa… por treinta y tres años en el anonimato, nos conoció, nos amó y consideró que éramos suficientemente valiosos para dar su vida por cada uno de nosotros.

Amiga, independientemente de la estación que tu corazón esté viviendo en esta Navidad, el festejado te declara invitada de honor y te recuerda que Él es tu Enmanuel —Dios Contigo…

El Camino seguro donde puedes construir tus sueños…

La Verdad soberana que define tu identidad….

La Vida que resucita el deseo de seguir adelante a pesar de las circunstancias que te rodean…

 La Puerta que revela tu propósito y le da significado a todo lo que haces…

El Buen Pastor que te rescata en tu momento de mayor vulnerabilidad, debilidad y confusión…

El Pan de Vida que sacia los anhelos más profundos y secretos de tu corazón…

Pon tu mirada en Jesús, suelta tus cargas y déjate acariciar por la dulzura de Su misericordia, porque en su celebración, eres invitada de honor.

“Y llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”.
– Isaías 9:6

Amor y gracia,

Sandy

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