viernes, noviembre 13, 2020

SIMPLEMENTE AMADA

 


Jesús no te pide que cambies, te pide que le permitas abrazarte en tu condición actual. ¡Su amor se encarga del resto!

 

 

¿Qué tipo de pensamientos arrugan tu corazón?

¿Qué te preocupa?

 ¿Cuál es esa carga que hace tan pesado tu camino?

¿Qué te roba la sonrisa de tu alma?

En medio de la realidad de nuestros sentimientos reina una verdad soberana que trasciende nuestro entendimiento humano, nuestras circunstancias y todo cuanto nos rodea.

Es una verdad poderosa envuelta en simpleza e ingenuidad, quizá por eso muchas veces la pasamos por alto. No permitas que la lógica y el razonamiento te roben la esencia de su toque transformador.

¡Jesús te ama!

Sí, puedes decirlo con confianza y sin temor,  independientemente de las circunstancias que rodean tu vida en este mismo instante.

¡Jesús me ama!

Decide crecer a través de la belleza de estas tres palabras hasta que su verdad florezca en la profundidad de tu espíritu —calmando tus pensamientos, trayendo sanidad y armonía a tus emociones.

Jesús te ama en tu momento más oscuro.

Jesús te ama cuando piensas que no eres merecedora de su amor.

Jesús te ama en tus debilidades, en tus fracasos, en tus errores,

Jesús te ama en tu tristeza, en tu ansiedad.

A medida que meditas en su amor incondicional, sabiendo que no necesitas hacer absolutamente nada para merecer su amor, experimentarás la brisa de gracia y restauración que solo su aprobación puede brindarte


Vive cada día consciente del amor de Dios por ti, principalmente cuando sientes que no lo mereces.

 

Amiga, Jesús dejó el cielo para caminar tus calles, para identificarse con tu dolor, para secar tus lágrimas, para escucharte.  

Lo dejó todo para redimirte, restaurarte y bendecirte más allá de tus anhelos más secretos.

¡Puedes reposar tu corazón en esta verdad!

En su amor eres verdaderamente libre.

En su amor tus temores se desvanecen.

En su amor puedes perdonar y perdonarte.

En su amor eres abrazada con Su gracia.

En su amor tienes un nuevo comienzo.

En su amor tus sueños tienen un nuevo amanecer.

Su amor es tu fortaleza; sus promesas, tu roca inconmovible; su gracia, tu refugio seguro.

¡Eres simplemente amada!

 “Pero yo soy como el olivo verde que florece en la casa de Dios; yo confío en el gran amor de Dios eternamente y para siempre” – Salmo 52:8 (NVI)

 

Amor y Gracia,

Sandy


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