viernes, agosto 20, 2021

CÓMO COMENZAR UN DIARIO DE ORACIÓN USANDO LA LECTIO DIVINA


 

Nada como procesar nuestras emociones en la presencia de Dios.

 

¿Cuántas veces has deseado comenzar un diario de oración y has dejado escapar la idea por aquello de que suena complicado?

 

Permíteme invitarte a darle una nueva oportunidad a esta maravillosa iniciativa a través de la Lectio Divina o Lectura Divina, una antigua práctica monástica que sigue manteniendo su esencia, frescura y efectividad.

¿Has escuchado hablar sobre ella?

Aunque su origen era desconocido para mi hasta hace poco, llevo más de una década practicándola por pura intuición, sin embargo, en la actualidad lo hago de manera consciente, intencional y disciplinada.

Más que una práctica es una manera sencilla y orgánica de conversar con Dios a través de su Palabra.

Son cuatro los puntos que componen la Lectio Divina:

1.         Lee

2.         Medita

3.         Ora

4.         Contempla

 

Lee: lee lentamente el pasaje bíblico seleccionado.

Sugiero un pasaje en la Biblia que se adapte a las circunstancias presentes que rodean tu vida

Por ejemplo: Si te sientes ansiosa y preocupada, elige versos basados en esa verdad. En Pinterest puedes encontrar listados de versículos de acuerdo a tu necesidad.

 

Medita: Reflexiona en lo leído.

¿Qué Dios me está diciendo a través de su Palabra?

¿Qué verdad debo hacer mía y crecer a través de ella?

¿Qué sentimientos despierta en mí el pasaje leído? 


Ora: Habla con Jesús.

Plasma en tu libreta o diario de oración tus emociones, preocupaciones, alegrías… Puedes escribir las cosas por las que estás agradecida, expresar lo que sientes mientras esperas el cumplimiento de tus peticiones o creces a través de las promesas de Dios.

Recuerda que no necesitas impresionar a nadie con tu elocuencia y perfección. La sinceridad y transparencia de nuestro corazón es suficiente, así sea una sola palabra.  Jesús te ama, te conoce, te entiende y le encanta pasar tiempo contigo.

 Él entiende los garabatos de nuestro corazón y no nos avergüenza por ellos.

 

Contempla: Descansa en su presencia.

Descansar en Jesús es una posición de poder. Es rendir a sus pies la carga que hace pesado nuestro camino.

 Descansa en su regazo y ofrenda todo aquello que te roba la paz y te arruga el alma.


1.         Lee

2.         Medita

3.         Ora

4.         Contempla

 

¿Qué te parece?

¿Te animas a comenzar tu propio diario de oración?

Escribir sana, enfoca y relaja. Además, narra la historia de lo que Dios hace diariamente en nuestras vidas.

Es mi deseo que esta invitación a saborear las Escrituras de esta manera te acerque más a Jesús y fortalezca tus pasos de fe.

Señor, escucha mi voz por la mañana; cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera”. – Salmo 5:3 (NTV)

Amor y gracia

Sandy


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