viernes, septiembre 24, 2010

UN PARTIDO DE VIDA O MUERTE


En mi adolescencia me gustaba mucho jugar tenis y recuerdo una ocasión donde estaba practicando con una amiga, cuando de repente nos dimos cuenta de que un chico que gustaba de ella estaba observando el juego a una distancia un poco retirada. No queríamos quedar en ridículo, pues aunque nos justaba el deporte no éramos expertas en la materia, así que decidimos jugar sin pelota, al fin y al cabo ni con vista de águila este joven se hubiera dado cuenta, por lo menos eso es lo que nos hemos creído durante todos estos años.

Corrimos por toda aquella cancha con nuestras raquetas en mano simulando gran velocidad y manejo impecable del juego, cual representantes de la Asociación de Tenistas Profesionales. Terminábamos exhaustas de tanto reírnos, porque la travesura la repetimos en varias oportunidades. ¡Que ocurrencia!

En nuestro día a día libramos un partido que no podemos darnos el lujo de pasar por alto e ignorarlo, es la batalla en nuestra mente donde nos jugamos nuestras grandes victorias o nuestros vergonzosos fracasos.

Tú eres lo que piensas – ni más ni menos - por eso es sumamente importante prestarle muchísimo cuidado a los argumentos que embisten nuestra mente cada segundo.

El Dr. Creflo A. Dollar en su libro “8 Steps To Create The Life You Want”, nos enseña que nuestros pensamientos producen emociones, nuestras emociones producen decisiones, nuestras decisiones, producen acciones, nuestras acciones hábitos, nuestros hábitos desarrollan nuestro carácter y nuestro carácter determina nuestro destino.

¿Ven por qué es tan importante prestarle atención a nuestros pensamientos?

Tu mente es la cancha de tenis donde el partido de tu vida se pierde o se gana, por eso Dios nos exhorta a renovar nuestras mentes cada día, no con los noticieros, ni con los horóscopos, ni con el reporte de la bolsa de valores, sino con el poder restaurador de su palabra. Dios quiere que cada una de sus promesas se hagan realidad en tu vida y que prosperes en todos tus proyectos.

No debemos permitir que nuestro estado de ánimo determine nuestra calidad de vida, no debemos permitir que nuestras confesiones negativas germinen en nuestros corazones y en los corazones de nuestros receptores. Dios quiere que su palabra sea la autoridad final sobre tu vida.

Decide romper esquemas y toma la decisión de renovar tu mente de acuerdo a la perspectiva de tu creador. Ocupa tu posición con raqueta al frente en todo momento e impacta cada pensamiento negativo con las promesas de Dios, de forma directa, a gran velocidad y con mucho reflejo.

El cambio no se va a dar de la noche a la mañana, al contrario, este es un proceso lento pero seguro, donde la paciencia y la determinación son nuestros mejores aliados.

En la medida que transformas tu mente, tus pensamientos tomarán una dirección más sabia y gratificante e indudablemente cada día estarás más cerca del destino que Dios creó especialmente para ti.

Hasta que no cambies tu manera de pensar, no esperes cambios importantes en tu vida.

Eres lo que piensas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Sandy, me alegre mucho ver la foto de Priscilla y tuya en el congreso de Joyce. Y como siempre me encantan tus escritos, tengo muchos sin leer, pero de ves en cuando entro y abro uno y !Pan! el pecozon en grande. jajajaja, asi es la vida. Te quiero mucho y deseo lo mejor para ti y los tuyos. Doña Milagros