viernes, julio 23, 2010

QUIERO UN CAMBIO


Remedio, Cacerolo, Tertuliana, Longombardina, Demósteles, Nicéforo, son una pequeña muestra de los nombres más destacados que encabezan la famosa lista de Nombres Raros y Divertidos. Tal parece que algunos padres decidieron nombrar a sus hijos justo en medio de un fuerte virus estomacal. Digo yo, aunque talvez fue por un dolor de cabeza o de muelas, uno nunca sabe.

No todos tenemos la suerte de llamarnos Esperanza, Milagros, Amada, Margarita, Flor, Perla, nombres con sentido y hermosos significados; de hecho el otro día escuché una nota curiosa sobre una joven que se llama Mariguana, totalmente fuera de lo común, pero ¿y qué me dicen de Marciana, Rambo y Kaliman?............Sin comentarios.

Como en la viña del Señor hay de todo no podemos pasar por alto los nombres bíblicos y ahí mismito en la Biblia en una de esas largas, aburridas y casi nunca leídas genealogías se hace una mención especial y única a un hombre llamado Jabes, cuyo nombre significa: “Con Aflicción lo he dado a luz”, como dicen en mí país: “Muchacho….. ¿y te criaste con ese nombre?”

Muchos viven traumados por cosas más sencillas, pero el simple hecho de que toda tu vida te recuerden la aflicción con la que te trajeron al mundo, no es nada chistoso, es para ir corriendo al juzgado más cercano y rogarle al juez de turno que te cambie el nombre, aunque sea por el de Kaliman.

A Jabes se le ocurrió una idea mucho más atrevida, una idea emprendedora y arriesgada, nada más y nada menos que rogarle a Dios, lo siguiente:

“Bendice y ensancha mi territorio, ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción”

Jabes no se dio por vencido, no se conformó con la opinión que los demás tenían de él, incluyendo a su propia madre y decidió creer contra toda tempestad que Dios tenía el poder y la autoridad de cambiar sus circunstancias. Y así fue.

“Y Dios le concedió su petición”

Dios no tiene que pedirle permiso a nadie para bendecir a sus hijos, solo hace falta que tengamos la voluntad de hacer cambios radicales en nuestra vida y nos enfademos positivamente con nuestras ataduras y debilidades. Digamos de una vez por todas ¡basta ya!

Es tiempo de cambio, es tiempo de levantarte, tiempo de confrontar tus temores y de creer en el Dios que tiene autoridad absoluta de sanar tu pasado, sacarte del pozo de tus circunstancias y darte un futuro lleno de esperanza.

Dios tiene grandes y hermosas bendiciones para ti que aún no han sido reclamadas……. ¿Qué esperas?

No hay comentarios: