¿Quien no ha sufrido una pena de amor?, cuando después de haber entregado nuestro todo hemos tenido que confrontar cara a cara el rechazo, la falta de compromiso, el desamor y la cruda realidad de no llenar las expectativas de la persona amada.
Esta semana conversaba con una amiga, quien por mucho tiempo sufrió de este terrible mal, debido a esto su autoestima fue destruida y en lo más profundo de su ser surgían varias interrogantes, ¿Qué tienen las demás que no tengo yo?, ¿Qué puedo hacer para conquistar su corazón?, ¿Será que soy fea y poco atractiva?
Los años pasaron y aunque en la actualidad disfruta de lo que siempre habia soñado en una relación, continuaba atada en cierta manera a esa espina que una vez desgarro su corazón. Un día tomó la decisión de cerrar ese capitulo en su vida , cuando en su tiempo de oracion le preguntó a Dios la razón por la cual fue rechazada y atropellada de esa manera tan cruel. Esta fue su respuesta: “Yo endurecí su corazón, para que no pueda ver tu belleza, porque tenía algo mucho mejor para ti”. ¡ wow…que momento!
Mi amiga, no solo perdonó al causante de sus penas, sino que valora cada día su matrimonio y todo lo que Dios le ha dado.
¿Por qué invertir tus valiosas perlas en una relación que te resta tanto, cuando Dios quiere darte lo que siempre soñaste?……..Lo mejor.
