viernes, diciembre 04, 2009

CALLADITA ME VEO MAS BONITA



Yo recibo varias revistas mensuales y las del mes de Diciembre, están repletas de consejos enfocados a la preparación de las fiestas, desde la envoltura perfecta de los regalos hasta esos trucos culinarios que prometen robarse el show el día de la cena de Navidad. Después de haberlas leído me quedé insatisfecha, porque me hubiera encantado encontrar algún articulo referente a los “bochinches” que se forman cuando toda la familia se reúne y como evitarlos. Lamentablemente no encontré nada, así que yo les voy a compartir un secreto que a mí me ha ayudado a sobrevivir cualquier “bombazo” que se presente en una reunión de más de una persona.

Lo primero es entender el poder que tienen tus palabras. Puedes crear o destruir con lo que sale de tu boca. Toma la decisión de ser una bendición donde quiera que vayas, que tu presencia llene de alegría a los demás.

“En bocas cerradas no entran moscas”, este refrán popular encierra una gran sabiduría. No tienes que tener una opinión para todo. Si no tienes nada constructivo que decir es preferible que te calles para que tus comentarios no te metan en aprietos.

Evita juzgar a los demás, especialmente si no sabes los procesos que a la otra persona le ha tocado vivir. Cuando condenas, estás sembrando una semilla que eventualmente dará su fruto y la perjudicada serás tu misma. “Si no te afecta no te metas”, o como dirían en mi país “a usted no le han dado vela en este entierro”.

¿Sabias que uno no está supuesto a caerle bien a todo el mundo?, cuando yo entendí esto, sentí que mi equipaje en el camino de la vida se redujo en un alto porcentaje.
Una vez fui a una pequeña reunión y una persona me dijo que la primera vez que me conoció yo no le había caído bien. Mi respuesta fue clara y sencilla, le contesté con un “OK” y una sonrisa. No tienes que justificarte en una situación como esta. Cada quien tiene derecho a pensar como quiera.

No trates de resolverles todos los problemas a los demás. En cada familia siempre hay un personaje que tiene complejo de súper héroe, quieren solucionarlo todo y creen que son la pieza clave en el rompecabezas. No podemos obligar a otros a pensar como nosotros, es como si tratáramos de conducir un carro sin ruedas, lo único que vamos a lograr es perder nuestro tiempo, nuestra paz y crear un ambiente de stress. Nadie tiene la capacidad de cambiar a otra persona. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios, así que es mejor llevar tus cargas en oración y esperar confiada, sabiendo que en sus manos todo tiene solución.

Disfrutemos de la compañía de nuestros familiares y amigos, al fin de cuentas no sabemos si está será la última Navidad que pasemos juntos. Practiquemos la sabiduría y usemos nuestros labios como instrumento de amor y sanidad. Recuerda, lo importante no es que tu opinión sea escuchada, sino que Jesucristo sea glorificado.

¡Feliz Navidad!

1 comentario:

Milagros Matos dijo...

Como siempre! Te la botaste! Y sabes que? Yo tambien estoy poniendo eso en practica. Callada la boca, solo observando y dejando pasar la bola.
Sigamos asi y triunfaremos!

Milagros Matos