jueves, enero 26, 2012

UN CAFECITO PARA REFLEXIONAR



Una palabra oportuna de afirmación , tiene la capacidad de despertar la esperanza y la visión, que una vez el desaliento y el temor silenciaron.




“Have I Told You Lately That I Love You?” (¿Te he dicho últimamente que te amo?) Es el titulo de la canción compuesta por Van Morrison e interpretada exitosamente desde 1993 por el famoso cantante británico, Rod Stewart. Sin importar edad, posición social, ni nacionalidad, a TODOS nos gusta sentirnos amados, admirados y aceptados en los círculos de importancia a los que pertenecemos.

Cuando recibí la dolorosa noticia de su muerte, me acogió un profundo sentimiento de reflexión. Siempre lo vi como una persona valiente y emprendedora; sin temor de expresar abiertamente sus puntos de vista y de luchar por ellos.

Fue el Lázaro de nuestros tiempos; fuimos testigos ante nuestros propios ojos de verlo volver a la vida, después de haber sido desahuciado por los mejores doctores de su país. Contra todo pronóstico, con su mochila al hombro, de la mano de su padre y dejando a más de uno en asombro, salió heroicamente de las puertas del hospital donde estuvo en coma por varios meses.

¡Que experiencia!

Mientras digería la verdad de su muerte, - que dicho sea de paso, no tuvo nada que ver con su condición anterior- pensé en la idea de enviar una corona fúnebre, para hacer acto de presencia desde la distancia que nos separa; pero me convencí a mi misma de que era demasiado tarde, para expresarle mi cariño y admiración.

Aunque fue el centro de mis oraciones por mucho tiempo y aunque celebré su recuperación como reina de carnaval; por cobardía o timidez…nunca le dije cuanto lo admiraba y lo segura que estaba de los planes de prosperidad que Dios tenía para él, en todas las áreas de su vida.

¿Te he dicho últimamente que te amo?

Nuestras palabras de afirmación, de cariño, de respeto, de fraternidad, de apoyo, deben trascender más allá de una tarjeta de navidad o un deseo de cumpleaños. Debe ser un hábito; un estilo de vida.

Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aún cuando es oportuna. Proverbios 15:23

No hay dinero en el mundo, ni ninguna otra cosa material, que pueda compararse con el valor sustancial y transformador de una palabra sincera llena de amor y aceptación.

Una mirada radiante alegra el corazón, y las buenas noticias renuevan las fuerzas. Proverbios 15:30

Vive con la alegría de tu primer día de vida y trata a los demás como si fuera su último

¡Añade valor con tus palabras!

A través de ti, mi fe fue fortalecida.

En memoria de mi amigo Federico Almánzar (1975 - 2012)

No hay comentarios: