Algunos días traen dolor, pero siempre podemos elegir entre la infelicidad y el gozo. Barbara Johnson
El otro día me enviaron un escrito titulado “Disfruta tu Café”, sobre un grupo de exitosos profesionales que se juntaron para visitar a un antiguo profesor de la universidad. Entre cosa y cosa, el norte de la conversación lo dominó la queja y el estrés del trabajo y la vida.
El profesor amablemente les ofreció colar café, para endulzar el momento. Regresó de la cocina con una cafetera grande de café y una variada selección de tazas: de porcelana, de cristal, con flores, con rayas-unas sencillas y baratas, otras costosas con diseños exclusivos.
Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco de café recién preparado. Así lo hicieron. El maestro aprovechó el momento y les dijo: Es increíble como las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y las feítas, nadie las quiso.
¡Con razón están tan estresados! Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café. En verdad la taza solamente disfraza lo que bebemos.
Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero inconscientemente buscaron las mejores. Mírenlo de esta manera: La vida es el café; el trabajo, el dinero, la posición social, etc., son las tazas que le dan soporte a la vida; y el tipo de taza que tengamos, no define ni cambia la calidad de vida que llevemos.
A menudo, por concentrarnos sólo en la taza, dejamos de disfrutar el café.
¡Disfruta tu café! ¡Disfruta la vida!
La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo, sino la que hace lo mejor con lo que tiene.
Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente.
Juan 10:10 (TLA)
El menú de la vida está lleno de tragos dulces y tragos amargos, pero en medio de cada uno de ellos Dios tiene un propósito perfecto, que nos impulsa a alcanzar el destino para el cual fuimos creados.
Los tiempos de bonanza, recargan nuestras fuerzas y nos preparan para la batalla. Los tiempos de tempestad, nos acercan a Dios, fortalecen nuestra fe, forman su carácter en nuestras vidas, nos hacen crecer y le dan propósito a nuestra existencia.
¡Disfruta tu café! ¡Disfruta tu vida!
Feliz Semana…