viernes, mayo 18, 2012

¡QUÉ CHÉVERE ES SER CHÉVERE!








Si la piña está agria, usa tu actitud para endulzar el momento







A quien le gusta el chisme, se le llama chismoso.
A quien le gusta el café, se le llama cafetero.
A quien que le gusta hablar, se le llama hablador.
A quien le gusta decorar, se le llama decorador.
A quien sonríe poco, se le llama aburrido.

¿Y como podríamos llamarle a esas personas que amanecen con el “moño virao” y quieren que los demás paguen el precio de su mala decisión?... Les explico:

Después de haber pasado unas semanas entre biopsias, cirugía y espera de resultados; decidí celebrar la maravillosa noticia de no tener cáncer, visitando uno mis lugares favoritos – la librería – no cualquier librería, era una librería cristiana.

La música de fondo amenizaba la paz y la armonía que se respiraba en el ambiente. Yo, cual reina de carnaval, me desplazaba de un lado a otro admirando cada detalle, cada articulo, cada libro, cada cuadro… en fin, por unos minutos sentí como la alegría y la gratitud dirigían mi pachanga interna… hasta que me vi en la necesidad de hacerle, amablemente, una pregunta a una de las empleadas, y ésta me respondió como una loba feroz, como una gata malhumorada. Como dicen en mí país “sólo le falto darme golpe.”

Su reacción fue tan inesperada e irrespetuosa, que se me hizo un nudo en la garganta y en fracciones de segundos mi gozo se transformó en disgusto. Literalmente me sentí ultrajada. Deseos no faltaron de transformarme en la mujer biónica y darle su merecido. No lo hice.

Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo.
Proverbios 16:24

Cada quien carga sus propios rollos y preocupaciones, pero eso no es excusa válida para dejar de dar una sonrisa y de añadir valor a los demás a través de nuestras palabras de afecto y afirmación.

Es muy fácil ser chévere con los demás, cuando la primavera florece en nuestro entorno; pero hace falta endereza de carácter, dominio propio, convicción del poder de las palabras y sabiduría, para destilar amor, cuando el otoño domina nuestras circunstancias.

La lengua que brinda consuelo es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu.Salmo 15:4

A ese tipo de personas yo les llamaría “Chupacabras Emocionales”, porque tienen la capacidad de succionar nuestro gozo y de robar nuestra paz con su mala actitud.

Cuando caminamos en amor, cuando regalamos nuestra mejor sonrisa, cuando alargamos nuestras manos para bendecir a otros, por encima de nuestras limitaciones físicas, económicas o emocionales, somos bendecidos con el gozo indescriptible de Dios.

Anima, restaura, endulza, alegra a los demás con tus palabras. Llena tus labios de piropos y verás tu vida florecer.

¡Ser chévere nos hace sentir chévere!

¡Feliz Semana! :D