jueves, junio 21, 2012

¡Aquí quien lleva los pantalones soy yo!





Ishanchi  - Creative Commons






Las emociones me fueron dadas por Dios para expresar sanamente mis sentimientos, no para dejarme dominar por ellas y andar cual  “Yo-Yo” - de arriba hacia abajo, de abajo hacia arriba.





Te he citado de manera urgente, porque necesito establecer las reglas del juego contigo de una vez por todas. Estoy cansada de que me arrastres a tu antojo y me desvíes de mi propósito. Quiero que te quede claro lo siguiente:

Eres el resultado de mis palabras y pensamientos.


Las palabras negativas que escucho y hablo, generan pensamientos tóxicos que a su vez generan sentimientos y emociones dañinas.

Decido crear consciencia de lo que dejo entrar a mi vida a través de mis confesiones, reportes negativos de los demás y mi propio patrón de pensamientos. En la medida que permito que la palabra de Dios dirija mi voz y mi pensar, alcanzo  la paz y la estabilidad emocional que Dios me ofrece.

Y sobre todas las cosas, cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida. Proverbios 4:23 (TLA)                         

Tienes la capacidad de alterar mi destino


Dios me creo con emociones para expresar mis sentimientos sanamente, no para ser controlada (o) por ellos. Si permito que mi estado de ánimo defina mi vida, me será imposible vivir una vida con propósito.

Decido alinear mi mente, mi voluntad y mis emociones con la opinión de Dios. Eso me ayuda a tomar buenas decisiones, a actuar correctamente, a crear buenos hábitos, a fortalecer mi carácter y  a conquistar mi destino.

Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente. Juan 10:10 (TLA)                       

Dios me ha dado las herramientas necesarias para controlarte.



De la misma manera que el “Clorox” combate las manchas, meditar constantemente en las promesas de Dios me libera de la negatividad, el pesimismo, la depresión, el temor, la ansiedad, el enojo, la falta de perdón, el estrés y demás familiares.

El cielo y la tierra son testigos de que hoy les he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Yo les aconsejo, a ustedes y a sus descendientes, que elijan la vida. Deuteronomio 30:16 (TLA)

Hoy decido vivir por convicción y por principios, no por sentimientos.

¡Aquí quien lleva los pantalones soy yo!



¡Feliz Semana!