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Postergar la felicidad, la alegría y el buen sentido
del humor para después de la tormenta, es la manera más boba de rendir nuestras
armas en medio de los embates de la adversidad.
Querida Amiga Depresión:
Por medio de la presente quiero expresarte lo
hastiada y aburrida que estoy de ti. Por mucho tiempo me has mantenido esclava
del miedo y la desesperanza, y lo cierto es que no estoy dispuesta a seguir adelante con
el plan que has trazado para mi vida.
Constantemente bombardeas mi mente con pensamientos
llenos de negatividad, desaliento y tristeza, lo cual me hace perder el interés
en las cosas que realmente importan y termino hundida en la preocupación, el
razonamiento y la ansiedad.
Tu tono de voz me tiene cansada y estoy harta de tus
intrigas. Siempre con la misma cantaleta –haciéndome ver lo peor en cada
situación. ¡¿Quién te has llegado a creer para hacerme sentir de esta manera?!
¡Hoy te declaro la guerra!
Te informo que no estoy sola. Dios va a mi lado como
poderoso gigante, equipándome de herramientas que me impulsan a ver mi vida de acuerdo a su perspectiva. Un
estilo de vida basado en Amor y Esperanza.
El mejor entrenador personal que puedes tener para vivir cada día con propósito se llama Jesucristo.
Me siento muy bien; mis fuerzas se renuevan
constantemente y aún en medio del diluvio, puedo ser feliz y esperar lo mejor.
Pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas.
Isaías 40:31 (TLA)
Meditar en sus promesas llena de esperanza mi alma.
Sus pensamientos me llenan de paz y es su regazo encuentro refugio.
Como puedes ver, la felicidad no es más un artículo
de lujo en mi vida; he aprendido a ser feliz en medio de cualquier circunstancia,
ya que mi fe está basada en aquel que hasta la muerte se rinde a sus pies.
Estén siempre contentos. Oren en todo momento. Den gracias a Dios en cualquier circunstancia.
1 Tesalonicenses 5:16-18a (TLA)
Me despido, no sin antes recordarte, que no tienes
autoridad sobre mi vida. Jesús te venció en la Cruz del Calvario.
Adiós.
¡Feliz y Productiva semana!
Sandy