viernes, junio 27, 2014

AMADA, IMPERFECTA Y FELIZ


Photo Credit: Michelle Gow - Creative Commons





“Nadie se ha ahogado jamás por caerse al agua, sino más bien, por no salir de ella. Mientras nades, tu victoria es alcanzable. ¡No te rindas!”

 – Pastor Rudy Gracia







Ese momento donde saltas a sus brazos y finalmente logras entender que…

Dios te ama, te perdona, te escucha, te acepta, te entiende, te consuela, te sostiene, te fortalece, te transforma, te sana, te restituye. Y lo mejor del caso: no necesita pedirle permiso a nadie para bendecirte.

Una sensación de libertad, alivio, paz tranquilidad, armonía, abraza tu interior. Algo así, como si le hicieran una liposucción a nuestro corazón para extraerle todo el peso de nuestros errores, fracasos inseguridades y temores -rescatándonos de las inalcanzables exigencias de la  perfección, para que volvamos a comenzar bajo el estándar de Gracia y Propósito, que Dios nos ofrece.


“En sus manos nuestro caos tiene significado.”

 

 – Glynnis Whitwer 

 


¿Quién dijo que la perfección es una cualidad positiva? ¿A quién se le ocurrió esa barbaridad? Probablemente a la misma persona que confundió la gimnasia con la magnesia. ¡Ay ombe! 

Quien tiene todo bajo control –la  actitud  perfecta, los pensamientos perfectos, la fe perfecta, la iglesia perfecta, el esposo perfecto, los hijos perfectos, las emociones perfectas, las relaciones perfectas, la casa perfecta, el carro perfecto, el trabajo perfecto, las amigas perfectas, el pastor perfecto, el cura perfecto … ¡definitivamente no necesita de Dios! 
 
Aunque pensándolo bien, quizás sean de otro planeta… no, no creo. Seguramente están donde una vez estuvimos nosotras –escondidas detrás del maquillaje de la apariencia, con miedo a desnudar nuestra realidad, temerosas de las críticas y del rechazo.

Hasta que entendimos que Dios no se impresiona con tontadas. Su amor se derrite ante la sencillez de un corazón sincero, sin filtros, ni Photoshop, que sueña con una nueva oportunidad.


“Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” 

 

– Jesús (Juan 16:33)

 


Por eso cada mañana tenemos el atrevimiento de gritar a los cuatro vientos:


1)     “Hoy decido ser feliz y vivir cada instante con pasión y significado, no porque en mi vida todo sea color de rosas, sino porque la bondad de Dios supera mis circunstancias.”


2)     “Hoy decido  verme a través de la perspectiva de Dios y no a través de la lupa de mis desaciertos. Recibo su perdón, me perdono a mí misma y acepto la Gracia que Dios me ofrece, libre de culpa y condenación.

3)     “Hoy decido cerrarle la puerta de mi corazón a la crítica destructiva, a la apariencia, al temor, a la amistad falsa, y a todo aquello que por años lo único que ha hecho es restarme valor.

Emprendo mi vuelo rumbo a conquistar mi propósito con entusiasmo y determinación. Segura de que quien comenzó en mí la bueno obra, la perfeccionará día a día.”


“Los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.” 

 

– Isaías 40:31 (NTV)


¡Eres amada, imperfecta y aprobada por Dios!


¡Feliz Semana!

Sandy
 
Sandy@friendshiplatte.com