Cuando la
palabra de Dios te alimenta, tus palabras y pensamientos se alinean en formación
perfecta con Su verdad.
Porque ya está
bueno de hablar de la montaña…
Porque es
aburrido quejarme de la montaña…
Porque estoy
mareada de darle vuelta a la misma montaña…
Porque es tiempo
de poner a la montaña en la perspectiva correcta y recordarle que su reinado de
intimidación se acabó, porque mayor es el que está conmigo que el que está en
el mundo.
¡Ésta es mi
declaración!
Jesús, te creo
por encima de todo. Tu Palabra es mi autoridad final sobre mis
circunstancias, mis temores, mis carencias y mi estado de ánimo.
Renuevas mis
fuerzas, y en mi debilidad tu poder se hace fuerte en mí.
Abro mi mente,
mi voluntad y mis emociones a tu amor único, perfecto, incondicional y
personal.
¡Gracias por
amarme tal cual soy!
¡Gracias por no
exigirme perfección!
¡Gracias por
entenderme!
¡Gracias por
caminar al paso que puedo andar!
“Si tuvieras fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza podrías decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada Sería imposible.”- Jesús
Hoy recibo el
regalo de tu gracia con humildad y gratitud; consciente de que pagaste con tu
propia vida el precio de mi libertad.
De tu abundancia
cada día recibo una bendición inmerecida tras otra.
¡Gracias Jesús!
Pongo mi
esperanza en ti y marcho con paso firme, segura de que me llevas en tus brazos.
Ningún arma en mi contra prosperará, porque tu
guardas mi entrada y mi salida. Me rodeas cual escudo y vas delante de mí como
poderoso gigante.
Tú eres mi
salvador.
Tú eres mi
refugio seguro.
Tú eres mi lugar
secreto, donde el temor no tiene acceso a mí.
“No tengas miedo; cree nada más.” – Jesús
Todo lo puedo
hacer por medio de ti—me das las fuerzas para hacerlo; me haces caminar sobre
las olas de la adversidad.
Me deleito en ti
Jesús y sé que el tiempo de espera no significa que te has olvidado de la
promesa, sino que me estás preparando para ella.
¡Suelto este
asunto en tus manos y descanso tranquila en tu regazo!
Siempre superas
mis expectativas—no dejo de asombrarme de la manera tan maravillosa en que
respondes a mis oraciones. ¡Eres mi Dios y en ti reposa mi alma!
Sigo creyendo,
sigo confiando, sigo disfrutando de tu presencia y creciendo a través del
proceso.
Al hacerte esta
declaración no apelo a mi rectitud, sino a tu gran misericordia y a la
fidelidad de tu palabra.
¡Amén!
¡Feliz,
bendecida y productiva semana!
Sandy