sábado, abril 01, 2017

TU AMOR ME VUELA LA CABEZA



La gracia no es para ser razonada. La gracia es para ser recibida.

¿Cuáles son los “peros” que te impiden abrirle esa herida de tu corazón a Jesús?

Todas tenemos historias que preferimos leerlas en voz baja porque alguna vez nos hicieron sentir avergonzadas. También tenemos heridas que han tardado más de la cuenta en cicatrizar.

Hemos aprendido a sonreír cuando nuestro corazón llora —somos expertas en maquillar nuestros temores y el anhelo de ser amadas, valoradas y aceptadas tal como somos.

De manera sutil e inconsciente muchas veces hemos puesto a Dios al nivel de nuestras experiencias dolorosas y asumimos que Él nos va a tratar de la misma manera que otros lo han hecho.

¡Qué equivocadas estamos!

Cuando decidimos creerle a Dios en medio de nuestra vulnerabilidad somos abrazadas por Su insuperable gracia.

 


La esencia de la gracia es que es gratuita e inmerecida. No hay nada que podamos lograr en nuestras propias fuerzas para ganarla o merecerla, porque es un regalo de Dios.

La gracia es Jesús mismo, corriendo a nuestro encuentro en nuestro peor momento, no solo para vestirnos de dignidad, sino también para echar la casa por la ventana, celebrando nuestro regreso.

La gracia es aquel que nos rescata hasta de las consecuencias de nuestras faltas y nos dice: “Vete y no peques más. Yo tampoco te condeno.”

La gracia rompe con todos los protocolos sociales y nos sorprende en el pozo de nuestra miseria con palabras de perdón, sanidad, restauración y nuevos comienzos.

Cuando dudes del amor de Jesús por ti, mira a la Cruz.

 


No te sorprendas si a tu mente le cuesta digerir esta verdad tan maravillosa. Muchas veces podría ser vista como una difícil facilidad, simplemente porque es tan buena, que confronta nuestros parámetros naturales.

 La gracia no se razona. La gracia simplemente se recibe. Y a medida que nos dejamos amar por Jesús experimentaremos la victoria que tanto hemos anhelado…poco a poco, paso a paso, disfrutando cada parte del camino, seguras en Sus brazos.

…con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre, Jesucristo. – Romanos 5:17 (NVI)

 


¡Bendecida Semana!

Sandy

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