sábado, julio 15, 2017

JESÚS TE INVITA A TOMAR CAFÉ



Se necesita humildad para recibir lo que sabemos que no merecemos; fe, para abrazar la magnitud de la gracia otorgada; gratitud, para apreciarla y misericordia para compartirla con otros.


Jesús te invita a tomar café…

Ordena el latte más grande que tengan disponible para alargar la plática y disfrutar de tu compañía sorbito a sorbito. Te ofrece un pedazo de pan recién horneado y aprovecha la oportunidad para recordarte que de la misma manera que alimentó a miles con sólo cinco panecillos, de igual manera multiplica Su misericordia y favor cada día sobre tu vida.

Jesús te invita a tomar café…

Toma tus manos entre las suyas y te sonríe. Tu interior se transforma en una majestuosa exhibición de fuegos artificiales, deseando que este momento no termine jamás.
En Su sonrisa encuentras afirmación. Por primera vez en mucho tiempo, tu corazón descansa como si nunca hubiera conocido de heridas, fracasos y temores.

Notas las heridas en Sus manos, agachas la cabeza, pero Él te toca la mejilla y te dice que lo hizo por amor a ti; que lo haces feliz cuando recibes Su perdón. Afirma que, si fueras merecedora de Su gracia, entonces no sería gracia. 


Cuando soy receptiva al amor de Dios en medio de mis debilidades e imperfecciones, mis temores se derriten como mantequilla expuesta al calor.

 


Jesús te invita a tomar café…

 Te recuerda que para ganarle la batalla a tus emociones debes renovar tu mente con Su verdad —llevando cautivo todo pensamiento que contradiga lo que Él dice y piensa de ti —.
Que no tienes que tratar de hacerlo todo en tus propias fuerzas, sino que en Su reposo avanzas, creces y eres transformada.

Jesús te invita a tomar un café…

Te pide que pongas tus dedos en Sus cicatrices y mirándote con ternura y firmeza, te dice que Su gracia es mayor que la suma de todos tus pecados, y que es necesario que la recibas para caminar en victoria sobre la culpa, la vergüenza y la condenación.

Te da un beso en la frente, seca las lágrimas que ruedan lentamente por tu rostro y afianza tu corazón en la verdad de que la felicidad es también parte de tu herencia y propósito en Él.

Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. -Isaías 61:3
 
Jesús te invita a tomar un café… ¡Acepta sin vacilar!


Amor y gracia,

Sandy