“Bajo el cuidado
de Dios, muchas veces, aun las decisiones incorrectas te llevan a los lugares
correctos”.
– Pastor Rudy Gracia
A veces escuchamos
por tanto tiempo las voces de la duda y el razonamiento que las adoptamos como
verdad, aunque nos hagan sentir miserables y estancadas. Pero a pesar de todo
debemos estar seguras de algo:
Jesús nos sonríe
muchísimo más de lo que imaginamos; nos habla más de lo que creemos, y no se
separa ni un instante de nosotras.
¡Jesús quiere
transformar nuestra agua en vino!
Y es que
luchamos con la realidad de un Dios amoroso, compasivo, compresivo y presente,
cuando las heridas que nos afligen son producto de nuestras propias malas
decisiones —en vergüenza abrazamos la desesperanza creyendo que Dios nos ha
abandonado.
¡Nada está más
lejos de la realidad!
Existe una
verdad mayor que nuestros errores, mayor que nuestros razonamientos, mayor que
las circunstancias que nos rodean, mayor que los pensamientos que reprimen
nuestra paz y asesinan nuestra estabilidad emocional.
Esa verdad es
una persona y se llama ¡Jesús!
Pero es precisamente mi incapacidad de ayudarme a mi misma lo que abre paso a las ilimitadas posibilidades de Dios.
Amiga, si
prestas un poquito de atención verás unos brazos extendidos que anhelan
abrazarte y susurrarte afirmaciones de amor, de sanidad, de poder, de sabiduría y de gozo…te
darás cuenta de que nunca has estado sola. Jesús ha estado cerquita de ti —en
las coincidencias, en esa sonrisa inesperada, en ese mensajito de texto, en el
cafecito mañanero y hasta en los sonidos que alegran tu entorno.
Abre tu corazón
y deja que su gracia —favor gratuito e inmerecido— te dé un nuevo
comienzo. Descansa en su amor, y sé protagonista de su toque milagroso.
“¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo,
¿no se dan cuenta? Estoy abriendo
un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados”.
– Isaías 43:19 (NVI)
– Isaías 43:19 (NVI)
Amor y Gracia,
Sandy