viernes, marzo 10, 2023

ESPRESSO PARA COMENZAR EL DÍA


Procesa tus emociones en la presencia de Dios. Él entiende, no avergüenza.


Porque hay días que nos toca parar y platicar con las emociones filosas que juegan en nuestro jardín…

Aquí, con mi tacita de café, en compañía del silencio.

Respiro, le doy la bienvenida a la soledad.

Luchan por ocupar mi terreno sagrado, les sonrío, les doy la bienvenida.

Estoy viva. Tengo permiso de sentir lo que siento, y no me avergüenzo por ello.

Las identifico por sus nombres y recuerdo que, de mi depende si llegan de pasada o se quedan por tiempo indefinido.

Respiro, tomo otro sorbo de café.

Tengo permiso de sentir, y también el deber de no dejarme controlar por aquello que me arruga el alma e impide mi crecimiento.

Y, aunque mi atención insiste en corretear con las chicas filosas, la llevo de la mano con amor y compasión a mi espacio sagrado —ahí donde florece la fe, la gracia y la empatía divina. En el regazo de Jesús puedo ser vulnerable y honesta. Él me viste de fortaleza y dignidad.

 


Amor y Gracia,

Sandy