Así me amo: Me hablo con cariño, me hablo con respeto, hablo bien de mí.
Querida compañera de vida,
Creo que va siendo hora de que dediques tiempo a conocerme mejor; te hace
bien. Tengo tanto que darte, pero automáticamente te inclinas a validar algunas
voces que lo único que hacen es apartarte de tu verdadera esencia.
No estoy aquí para ponerte bajo la lupa de tus fracasos y sombras hasta
marearte el alma. Estoy aquí para recordarte tus cualidades admirables, tus
luces, y ayudarte a cultivar la mejor versión de ti misma.
Mi lugar en tu vida no es abortar tus sueños, boicotear tu crecimiento ni
ahogar tus ilusiones a través de patrones de pensamientos limitantes, esos que
te aprietan la panza y te hacen sentir miserable. Mi misión en tu historia es
apoyarte, ser tu mejor aliada, cultivar en el jardín de tu corazón la semilla
del amor propio mientras bailamos el vals de la vida.
Cuando te escucho, lo hago sin juzgarte.
Cuando te consuelo, lo hago con amor.
Cuando te regaño, lo hago con compasión, jamás para avergonzarte. ¡Ni lo
pienses!
Cuando te entretengo, me divierto muchísimo, lo hago feliz de la vida.
Me encanta ayudarte a ver las cosas con claridad, acompañarte a gestionar
tus emociones con serenidad y paciencia. Entender tus sentimientos desde la
empatía y sostenerte a través de todas las estaciones propias de la vida.
Soy tu amiga, estoy aquí para apoyarte siempre. ¡No lo olvides!
Atte. Tu Voz Interior