viernes, enero 13, 2012

EL SABOR ESTÁ EN EL HUESO




Después de la caída, levantarse no es una opción; es un deber.





Uno de los significados de “estar en el hueso”, según la academia de la lengua callejera, es estar muy delgado; por una pérdida drástica de apetito, a causa de circunstancias difíciles de manejar. Por eso, es muy común escuchar las siguientes expresiones:

“Ayer me encontré con fulana, ¡ay la pobre! Está en el hueso después del divorcio.”
“Mengano está en el hueso después que su esposa se enfermó. Pobrecito."
“Ese muchacho se quedó en el hueso,después que la novia lo dejó.”

Pero estar en el hueso por las adversidades de la vida, no necesariamente debe de ser sinónimo de desánimo, desesperanza, pesimismo, derrota y demás familiares. Debemos de recordar, que para cada problema – sin importar tamaño ni género – nuestro Dios tiene la solución. Con razón los expertos en artes culinarias, dicen que el sabor está en el hueso.

“¡Muchacha! No se te ocurra botar esos huesos; están buenísimos para hacer un asopao.”__ así dicen en mi pueblo. El caldo de hueso tiene lo suyo; y mientras más hierve a fuego lento, mayor es el sabor.

De igual manera, Dios usa nuestras limitaciones, nuestras pérdidas, nuestro dolor, nuestras frustraciones, nuestras caídas, nuestras carencias, nuestra impotencia, nuestras lágrimas, para extraer lo mejor de nosotros, a través de su toque de amor; sus caricias de misericordia ; sus palabras de afirmación; su cobertura de paz ; y su poder sobrenatural ,de transformar lo imposible en posible.

Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo nada me falta...Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de confianza. Salmo 23:1,4 (VLA)

¡Sácale beneficio a tus lágrimas!

Sin la llama, las velas aromáticas no destilan su deliciosa fragancia.
Si la naranja no se exprime, no degustamos su sabor.
Si el café no es molido, no extraemos su sabor y aroma.
Si la masa no recibe la alta temperatura del horno, se queda cruda.
Si la plancha no está caliente, las arrugas no salen de la ropa.
Sin batallas que conquistar, ni obstáculos que vencer, ¿qué sentido tuviera luchar por un futuro mejor? ¿Para qué necesitaríamos la fe?

Los justos podrán tropezar siete veces, pero volverán a levantarse.
Proverbios 24:16 (NTV)

Dios te fortalece, Dios te sostiene, Dios te suple, Dios te restituye.

Si te sientes como si estuvieras en una olla caliente, no olvides que el sabor está en el hueso.


Feliz Semana,

Sandy

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