viernes, julio 13, 2012

¡CON DIOS TODOS LOS FINALES SON FELICES!



Tus cicatrices cuentan la historia de tu vida a través del camino de la prueba, de la perseverancia, de la madurez y del crecimiento. Exhíbelas con  dignidad y gratitud.





Si las uvas no se exprimen, no podemos degustar su deliciosa esencia; sin el tueste del café, nos fuera imposible disfrutar de la bondad de su sabor, y si la plancha no está caliente, las arrugas se quedan igualitas.

No todas las pruebas vienen de parte de Dios, pero Dios usa todas las pruebas para encauzar nuestras vidas por el camino que nos conduce a puerto seguro. Dios es experto en abrir sendas en el desierto y en transformar la aridez de nuestra alma en manantiales de paz, valentía y determinación.

Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.                                            

Salmo 30:5b (NVI)


  Cuando decides desarrollar la capacidad que Dios te ha dado de ver más allá de tu rompecabezas…cuando decide confiar en Él por encina de tus temores y  flaquezas…cuando te arriesgas a cruzar el rio de la adversidad con las piernas temblando de miedo, pero con el corazón seguro de que el cumplimiento de sus promesas, están al doblar de la esquina…cuando te dispones a ser feliz y usas tus energías para cultivar la gratitud y no la queja…entonces y sólo entonces conquistarás la paz y la alegría de Dios que sobrepasa todo entendimiento humano,

Convertiré su duelo en gozo y los consolaré; transformaré su dolor en alegría.                                                 

  Jeremías 31:13b (NVI)


Las pruebas expanden tu visión; te acercan a Dios; fortalecen tus áreas de debilidad; te coronan de sabiduría; y sacan a la luz talentos y virtudes de tu personalidad que nunca antes se habían manifestado.

Cuando tocamos fondo, levantarnos no es una opción. ¡Es un deber!

¡Exhibe tus cicatrices con dignidad y gratitud, porque Dios  ha superado tus expectativas!

¡Feliz Semana!

 

Sandy