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Confianza en ti misma es la habilidad de permitir que tus talentos, aptitudes, fortalezas, recursos y destrezas sean un reflejo auténtico del poder de Dios.
¿Sabías que tus momentos de mayor vulnerabilidad son el terreno perfecto para desarrollar tu potencial; afilar las garras de tu voluntad; confrontar tus temores; y descubrir el propósito perfecto de Dios para tu vida?
Hace
más de una década me tocó vivir la triste realidad del divorcio, y aunque hoy
es prueba superada, si en medio del proceso me hubieran propuesto un viaje a
Plutón sin regreso, lo hubiera aceptado sin pensarlo dos veces.
Yo creo que procesos de esta magnitud,
tienen la destreza de fusilar tu autoestima, destruir tus sueños, hacerte prisionera
de tus temores, ametrallar tu esperanza, y fusilar tu fe… PERO DIOS –los “peros” de Dios
son fuera de serie- dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman.
Sólo Dios transforma tu caos es mensaje, tu prueba en testimonio, tu aflicción en triunfo, y tu derrota en victoria. ¡Créelo!
La
palabra de Dios es el único sistema de GPS que te lleva a puerto seguro en
medio de la tormenta … es la crayola que pinta tu interior cuando tu mundo se
torna blanco y negro… es el “ula ula” que te hace bailar cuando nada tiene
sentido.
Si
la crees y la pones en práctica, descubrirás que cada paso de fe, por más
pequeñito que sea, tiene el potencial de abrir el Mar Rojo que te conecta con
tu propósito, y con la vida en abundancia que Dios te ofrece.
Dios nos despierta del letargo espiritual mediante el dolor.
- Rick Warren (Una Vida
Con Propósito)
No
existen fórmulas mágicas para salir victoriosos de la tempestad, solo pasos de
fe que van haciendo camino a medida que te levantas y decides validar la
opinión de Dios por encima de tus emociones, sentimientos, y temores.
2) ABRIGATE CON SU FAVOR.
3) VÍSTETE DE GOZO Y ALEGRÍA.
Tu verdadera identidad, valor, autoestima, y recuperación, reposan en la verdad invariable, de que eres amada y aceptada por Dios, independientemente de tus errores y desaciertos.
Eres
la niña de sus ojos y no existe nada, absolutamente nada, que lo haga cambiar
de opinión.
Siempre
te he amado, siempre te he sido fielPor eso nunca dejaré de tratarte con bondad.
Volveré a reconstruirte, y volverás a danzar alegremente, a ritmo de
panderetas.
-Jeremías 31:3-4 (TLA)
Y
tú, ¿estás dispuesta a transformar tus momentos vulnerables en fuente de
crecimiento, libertad y sabiduría?
sandy@friendshiplatte.com