Foto : Lorena Cupcakes - Creative Commons |
Pero el mismo Dios que está en control de tus días soleados, también sostiene tu arcoíris en medio de la tormenta.
¿Cuál es el mayor dilema de las mujeres en un día
lluvioso?
Por lo general, las mujeres no comemos cuento con
nuestro cabello. Por eso, los días lluviosos usamos doble precaución para que la humedad no nos haga lucir como la
caricatura del Capitán Cavernícola: con el pelo frizado como si fueran
alambres.
Puede que todavía no exista un producto que
impermeabilice nuestra cabellera para esos días de emergencia; pero para las
verdaderas tormentas de la vida, Dios, hace muchísimo tiempo que se inventó la
fórmula, que no sólo nos permite superarlas y bailar en medio de ellas, sino
también, salir en mejor condición espiritual y emocional que como estábamos antes
–La Fe-.
Tu FE es el puente que conecta tu condición actual, con el lugar donde Dios quiere bendecirte.
La fe no es una vacuna que nos inmuniza de los
problemas, sino un músculo que se desarrolla a medida que lo usamos -permitiéndonos ver como la mano de Dios cambia los vientos que quisieron
hacernos daño, en lluvias que generan propósito, significado y crecimiento.
Existen dos tipos fe:
1) La
fe que mueve montañas.
2) La
fe que atraviesa montañas.
La fe que nueve montañas, puede cambiar tus circunstancias súbitamente. En cambio, la
fe que atraviesa montañas, termina cambiándote a ti.
Cada paso de fe; cada vez que decides creerle a Dios
y no a la realidad que te rodea; cada buena actitud; cada acto de servicio;
cada vez que no te das por vencida -estás atravesando la montaña que Dios
decidió no quitar del camino, para sacar lo mejor de ti y hacerte brillar con más poder.
Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante.
-Romanos 8:18 (NTV)
Jesús es nuestro mayor ejemplo. Siendo Dios, no se aferró
a su condición y soportó los insultos, el rechazo, los latigazos, el vinagre y
la lanza. Pero la muerte quedó como niño de pecho frente a su poder.
Jesús validó su propósito por encima de su
circunstancia. Sabía el final de su historia antes de que sucediera. Por su
sacrificio y su amor, tú y yo, somos herederas de su GRACIA – donde nuestras
debilidades se perfeccionan en su poder.
¡Levanta el ánimo! No permitas que una situación
temporal defina tu destino.
Herramientas indispensables para atravesar la
montaña:
1) Conexión
directa con Dios.
2) Buena
actitud.
3) Ser
el arcoíris en la nube de otros.
4) Desear
el cambio.
5) Buen
sentido del humor.
6) Rehusar
darse por vencido.
Dios no sólo te protege, también te lleva al lugar donde puedas ser de bendición a otros.
-Joel Osteen (Dé El Salto)
Recuerda: el mismo Dios que está en control de tus días
soleados, sostiene tu arcoíris en medio
de la tormenta.
¿Visualizo mis dificultades como arena movediza que
me estanca o como una oportunidad de Dios promover mi fe y fortalecer mis áreas
débiles?
Ver Video: ( http://youtu.be/GJjt6WFZWu4)
¡Feliz Semana!
Sandy