viernes, agosto 08, 2014

PROGRAMADA PARA VENCER



Foto: Nickolal Kashirln - Creative Commons




La valentía no siempre ruge. Algunas veces  la valentía es esa suave voz que te dice al final del día: “Mañana lo intentaré otra vez.” 

– Mary Anne Radmacher





 

Llevaba doce años  cargando el peso de una terrible enfermedad. Había agotado todos sus recursos económicos buscando una cura a su mal, y aun así, ningún doctor pudo ayudarla. Cada día que pasaba su condición empeoraba, la esperanza de recuperarse se debilitaba , pero contra toda oposición, los planes de Dios seguían su curso para su perfecto cumplimiento.

Cuando escuchó hablar de Jesús y de los milagros que hacía, su corazón volvió a latir al ritmo de la fe. Quizás se dijo a sí misma: “Mañana volveré a intentarlo. Aunque tenga que arrastrarme entre la multitud  ¡voy a ver a Jesús!”



Fe, es aferrarte a un rayito de esperanza, cuando el sentido común sólo ve oscuridad.

 


En lo más profundo de su ser tenía la certeza de que esta vez las cosas serían diferente. Una llama en su interior despertó algo en ella, permitiéndole ver más allá de su circunstancia y de sus limitaciones.

Se negó a usar las pocas  fuerzas que le quedaban  para quejarse y rendirse ante la conmiseración. No se quedó cruzada de brazos esperando que alguien resolviera su situación. Estaba consciente de que ella y Dios eran mayoría, así que programó su mente para vencer y dijo: “Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana."

Su deseo de recibir sanidad era mucho mayor que las hemorragias que padecía. Se armó de valor. Con el cuerpo tembloroso salió de su casa, se arrastró entre la multitud, venciendo el temor al rechazo y extendiéndose tocó a Jesús. “Al instante cesó su hemorragia y se dio cuenta de que su cuerpo había quedado libre de aflicción".


“Nunca permitas que el tamaño de tu gigante determine el tamaño de tu Dios."


 

 – Tony Evans

 


 Jesús sabía el debate interno de esta mujer. Él quería restaurar en ella mucho más que su salud física, quería devolverle su autoestima,  su identidad, su significado, la pasión de luchar por sus sueños y hacer realidad sus anhelos. Quería superar sus expectativas y traer justicia a esos doce años de maltrato y sufrimiento.

“¿Quién me ha tocado la ropa?”, preguntó Jesús. En ese momento ocurrió un segundo milagro: temblando de miedo, dio un paso adelante, se arrojó a sus pies y le contó toda la historia. ¡Sus temores fueron confrontados!


“Valentía es resistir el miedo, dominar el miedo. No la ausencia de miedo.”


 

-Mark Twain

 


 Hija, tu fe te ha sanado. Ve en Paz. Se Acabó tu sufrimiento". -Marcos 5:34 (NTV)
Ella no tenía nada que perder, pues lo había perdido todo. Estaba condenada al fracaso, pero se jugó su última carta y Dios premió su valentía, restituyendo en ella, sanidad física, emocional y espiritual.

Dios quiere hacer lo mismo en tu vida.

¡Arriésgate! ¡Cree! ¡Prográmate para vencer! ¡Recibe tu milagro!


Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan.

 

 –Salmo 31:24 (NVI)


 

Feliz Semana,

Sandy.

Sandy@friendshiplatte.com.

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