Hoy es un buen día para ponerle punto final a esa experiencia negativa —para
soltar tus cargas en las manos de Jesús y perderte en Su abrazo.
Este día es un
regalo de Dios, diseñado especialmente para ti con el pincel de Su amor.
Sus
misericordias salen a tu encuentro llevando el peso de todas tus preocupaciones
y ansiedades, para que tu andar sea más ligero y feliz.
Sus promesas se
unen a la celebración anticipando lluvia de esperanza, ríos en tierra árida,
camino a través del desierto, belleza en lugar de cenizas, paz en medio de la
tormenta.
Su afirmación grita
con autoridad y poder: ¡No temas, para Dios no hay nada imposible! Él va
delante de ti como poderoso gigante. Su presencia espanta tus temores, Su amor
te hace valiente.
La esperanza te
recibe con una sonrisa, recordándote que lo mejor está por llegar. Animándote a
confiar y a seguir adelante; a soltar y a descansar en Su cuidado.
No te angusties. Confía en Dios, y confía también en mí. – Jesús
Hoy tómate el
tiempo de saborear lentamente el néctar de Su gracia—favor gratuito e
inmerecido de Dios—. Rinde tu mente y corazón a la melodía de Su dulce voz, y
deja que la sinfonía de Su amor sane cada herida, cada recuerdo y cada
pensamiento equivocado.
¿Lo escuchas?
Jesús te invita
a permanecer en Su amor, a descansar, a soltar, a recibir Su provisión y a
disfrutar la vida en abundancia que Él te ofrece.
Enfócate en
Jesús, habla con Jesús, desahógate con Jesús, cuéntale a Jesús, explícale a
Jesús, llora con Jesús, espera en Jesús, disfruta a Jesús y verás como todo
comienza a florecer.
¡Vamos! ¡Avanza!
No te quedes estancada en ese dolor, en ese error, en esa herida, en se
resentimiento que te roba el gozo de hoy. No te quedes estática frente al
problema que te agobia. Mira a la Cruz, mira a Jesús y acepta lo que Él ha
hecho por ti.
Él quiere que
estés consciente de Su amor, que reposes tu alma —mente, voluntad, emociones —
en la seguridad de Su aprobación, no en la vulnerabilidad de tus sentimientos y
emociones.
Sueña despierta,
llena tu imaginación con el cumplimiento de Sus promesas sobre tu vida, espera
lo mejor y pídele un claro entendimiento de Su gracia.
Hoy es un buen
día para ponerle punto final a esa experiencia negativa —Para soltar tus cargas
en las manos de Jesús y perderte en Su abrazo.
Porque es buena
cosa para el corazón el ser fortalecido por la gracia. – Hebreos 13:9
Amor y gracia,
Sandy