viernes, septiembre 27, 2019

AFIRMACIONES PARA UN CORAZÓN CONFUSO


“Tenemos la oportunidad de simplemente sobrevivir o de permitir que nuestros desiertos produzcan oro en nuestras vidas”. – Katherine Ruonala




Conozco esa mirada…

Déjame secar esas lágrimas… no te preocupes, no estás sola. Entiendo cómo te sientes, créeme que lo sé, pero existe una realidad mayor que esa avalancha de emociones que te consume.

Aunque te sientas sola, no lo estás. Tus oraciones son escuchadas, tus lágrimas son tomadas en cuenta.

En este momento te sientes atrapada en un mar de imposibilidad, pero precisamente esa es la especialidad de nuestros Dios —abrir camino en el desierto, ríos en lugares secos, puertas que nadie puede cerrar, y crear oportunidades que superan nuestras expectativas—.

¡Absurdo! Grita tu razonamiento, y esta es la mejor parte, porque la fe camina en vía contraria a lo que tiene sentido y se burla de lo que puedes percibir con tus ojos naturales.

Pero ¡Dios no te trajo hasta aquí para abandonarte! Dios te trajo hasta aquí para cambiar tu perspectiva, para enseñarte a bailar sobre las olas de la adversidad, para que entiendas que no es en tus propias fuerzas, sino en Su soberanía, en Su amor y en Su gracia.

Muchas veces nuestras emociones hablan más alto que nuestra fe. No pierdas la calma, Dios tiene la última palabra. Valida tus sentimientos, pero no permitas que ellos decidan por ti.


La decisión más valiente que puedes tomar hoy es validar la opinión de Dios por encima de todo y de todos.



Amiga, no es cuestión de cómo te sientes, sino en quién tienes puesta tu confianza, tu esperanza y tu fe.

Dios perdona todos tus pecados ¡Créele!

Dios sana todas tus dolencias ¡Créele!

Dios rescata tu vida del sepulcro ¡Créele!

Dios colma de bendiciones tu vida ¡Créele!

Dios te rejuvenece como a las águilas ¡Créele

Ahora sí estamos hablando… me gusta ver esa sonrisa pintada en tu rostro,

 Recuerda que Dios es más grande que tus temores, que tus circunstancias, que tus carencias. Dio te ama y te trajo hasta aquí para glorificarse en tu vida. ¡Créele!

El camino de la fe no es el más transitado, pero es el más seguro. ¡Sigue creyendo! Dios no se ha olvidado de ti.

“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Jeremías 33:3 (NVI)

Amor y gracia,

Sandy



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