“La gracia es el favor desbordante de Dios, y siempre puedes contar con que estará disponible para obtenerla cuando la necesites”. – Oswald Chambers
Más allá de la
religión.
Más allá de las
cuatro paredes de la iglesia.
Más allá de
anhelar la aprobación de Dios.
Más allá de
maquillar mis heridas.
Más allá de decir “Amén”.
¡Existe un lugar!
Más allá de mis
creencias.
Más allá de la
opinión que tengo de mí misma.
Más allá de la
opinión que los demás puedan tener de mí.
Más allá de mis
expectativas y sueños abortados.
¡Existe un
lugar! ¡Sí, existe un lugar!
Más allá de mis
fracasos.
Más allá de mis
malas decisiones.
Más allá de mi
dolor.
Más allá de mis
miedos.
Más allá de mis
limitaciones y debilidades.
¡Existe un
hermoso lugar!
Donde Dios sale
a mi encuentro.
Donde Dios me
abraza en mi momento más bajo.
Donde Su amor me
recibe con aplausos y celebración.
Donde puedo
comenzar otra vez.
Donde mi fe
florece con la ternura y confianza de un niño.
Donde el miedo
deja de ser un obstáculo que impide mi crecimiento.
Donde puedo ser
fuerte a pesar de mi fragilidad.
Donde puedo
bailar al ritmo de Sus promesas.
¡Ese lugar es real!
¡Tú y yo somos
las invitadas de honor!
Porque una cosa es saber que Dios quiere bendecirnos, y otra, recibir con gratitud y humildad lo que sabemos que no merecemos. Lo que sin su ayuda nos fuera imposible alcanzar.
Lo único que
queda de nuestra parte es abrir nuestro corazón y aceptar este derroche de amor
con brazos abiertos.
¡Bienvenida al
jardín de Su gracia!
“Dios los salvó
por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un
regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos
hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo”. – Efesios
2:8-9 (NTV)
Amor y gracia
Sandy