viernes, agosto 05, 2022

ENTRE MIMOS Y PALABRAS DE AFIRMACIÓN

 


Cultiva el arte de valorarte, de pensar verdades hermosas de ti.

 


No olvides ser empática contigo misma.

Escucha la voz de tu cuerpo, el llanto de tus emociones, el cansancio de tus pensamientos. Hazlo con amor, sin juzgarte, con la misma compasión de quien escucha a su mejor amiga hablar de sus nudos internos.

Relájate en el baile de tu respiración, sí, respira suavecito, como si estuvieras saboreando la vida sorbito a sorbito. Agradécele a tu cuerpo por su fiel compañía, por caminar de la mano contigo. Conecta intencionalmente con esas cositas lindas que te roban tiernas sonrisas, siémbralas en el jardín de tu corazón, verás que con el pasar del tiempo disfrutarás de sus dulces frutos.

Percibe el llanto y el cantar de tus emociones. Siente lo que sientes humana, sé auténtica, sé tú misma. Háblate con cariño, trátate con paciencia, celebra tu singularidad y no minimices tu valor bajo la volátil sombra de la comparación.

No ignores tu cansancio mental. Honra el descanso, ahí florece la fuerza que nos permite apreciar la vida a través de una perspectiva fresca salpicada de esperanza y nuevas aventuras. Cuando pausamos y disfrutamos de la riqueza que el momento presente nos ofrece, estimulamos la creatividad y activamos el cajón de los sueños que despiertan suspiros y fuegos artificiales en el alma.

Quiérete, piensa bonito de ti. Recuerda: el autocuidado es fortaleza.


“Y sobre todas las cosas, cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida”. 

– Proverbios 4:23 (TLA)


Amor y gracia,


Sandy