"Fe es creer
que Dios quiere, que Dios puede y que Dios lo hará."
Aunque habían pasado toda la noche tratando de
pescar, probablemente lo único que pescaron fue cansancio, desánimo e
incertidumbre. Para colmo, seguramente ni habían tomado café —una situación de
gravedad para las que entendemos el efecto de la primera taza, tempranito en
las mañanas.
A todo esto, Jesús
llega, tranquilo y tropical, se monta en la barca de Simón y le dice
— Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus
redes para pescar.
Y tú, ¿qué respuesta
le hubieras dado a Jesús?
A mí se me hubiera
ocurrido algo como... ¿Aguas más profundas? Señor, estoy cansada y angustiada.
Me he pasado toda la noche tratando de encontrar una solución a mis problemas.
¡No tengo fuerzas para más!
Estoy
emocionalmente drenada, cansada de no ver cambios en mis circunstancias, y para
colmo, ¿me pides que siga creyendo y que de un salto de fe? No es fácil Señor,
no es fácil...
"No es mi
habilidad, pero mi respuesta a la habilidad de Dios lo que cuenta.
-Corrie Ten Boom
Simón no permitió
que sus razonamientos ni su cansancio le robara la oportunidad de ser
protagonista de la manifestación del poder de Dios. Pudo ver algo en la mirada
de Jesús que lo invitaba a escuchar y a creer por encima de su realidad.
La esperanza inundó
su corazón y se anotó un home run cuando
respondió:
— Maestro, hemos trabajado mucho durante toda
la noche y no hemos pescado nada; Pero si tú lo dices, echaré las redes
nuevamente.
Es precisamente en
nuestras noches más oscuras , cuando la realidad nos grita en la cara ¡es
imposible! cuando debemos vestirnos de sus promesas, saltar a sus brazos de
amor y esperar que su poder se manifieste en nuestra situación.
No es lo más fácil,
pero sí lo más seguro. Recuerda: Dios es especialista es transformar pruebas en
proezas de su gracia. Para Dios no hay nada imposible y si Él lo prometió, Él
lo cumplirá.
Un corazón blindado con la palabra de Dios, es un corazón libre, que vuela en la dirección de su destino.
La clave está en
enfocar nuestra mente en el poder de Dios, validar sus promesas y la veracidad
de su palabra por encima de lo que vemos y sentimos. ¿Quién dijo que necesitamos el
aplauso de nuestras emociones y la perfección de nuestras circunstancias para
creer?
¿No dijo Jesús que
si creemos en Él veremos su gloria?
¡Cree! ¡Suelta!
¡Confía! ¡Recibe!
Aunque tus
emociones estén en vía contraria a tu fe, sigue creyendo. En su palabra no hay
sombra de variación y sus promesas permanecen para siempre. (Santiago 1:17)
Aunque te sienta
temerosa, recuérdate a ti misma que Dios
no te ha dado un espíritu de miedo, sino un espíritu que te adopta como hija y
te permite clamar ¡Papito Dios, necesito tu ayuda! (Romanos 8:15
Puede que aterricen pensamientos negativos a
tu mente, pero no permitas que ocupen tu disco duro. (Filipenses 4:8)
Si no ves cambio
en tus circunstancias, no te desesperes. Tu vida es terreno fértil y
sus promesas darán su fruto al cien por ciento. (Lucas 8:15)
El proceso de
espera fortalece nuestro carácter , nos enseña a descansar en Dios, y también
nos prepara para asignaturas futuras. Por eso no podemos desesperarnos,
desenfocarnos y pensar que no le importamos a Dios o que Dios no nos escucha.
Las bendiciones
que Dios tiene para para nosotras, superan nuestras peticiones y nuestra
imaginación, por eso, en el tiempo de espera, debemos de seguir creyendo y
esperar con la mejor actitud posible, porque aunque sus promesas siempre están
listas, algunas veces, nosotras no estamos listas para sus promesas.
Fe: subir al máximo el volumen de la voz de Dios para que nuestros temores y nuestras preocupaciones no tengan más remedio que callarse.
¿A dónde fue a
parar Simón?... seguramente a la tienda,
a comprar redes nuevas, porque la pesca fue tan grande que sus redes se
desbordaron.
Eso es lo que pasa
cuando dejamos de hacer las cosas en nuestras propias fuerzas y nos atrevemos a
decir: “Señor, lo he intentado todo, pero como tú lo dices, en tu nombre echaré
nuevamente mis redes.”
Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve.
-Hebreos 11:3 (NVI)
¡Atrévete a creer! ¡Atrévete a dar un
salto de fe!
Feliz Semana,
Sandy